Si mal lo recuerdo, todavía nos quedan dos días más en la capital sueca. Así que aquí les dejo un breve resumen de lo que aconteció:
DÍA 3: Mercado Östermalms Saluhall
Un edificio de ladrillo rojo, sublime. Se trata de un mercado de "delicatessen" muy refinado, con un estilo que me sorprendió. Por un momento, dejé que mis sentidos me transportaran a Les Galleries Laffayette en París, porque cada ínfimo detalle parecía haber sido arrebatado de allí.
Un espectáculo digno de experimentar en el corazón de Estocolmo. Como no, dentro de la sección de repostería pueden observar el maldito pastel de la boda real, es omnipresente os lo puedo asegurar. Uno comienza admirando la delicadeza con la que tratan los suecos a su realeza pero, como decimos en mi tierra...al final ya "cheira" tanta emotividad y amor incondicional. ¡Si venden hasta el CD con la música de la boda! ¡Dios santo, si Juanca lo viera se moriría de celos!
Como queríamos mimetizarnos con la cultura escandinava, todos estos días en la capital sueca nos han creado cierta dependencia a la bebida maya por excelencia: el café. Y como la necesidad era tal, nos sentamos en uno de los dulces puestos que están en el interior del mercado. Un capuccino horrible cuyo precio pagaba más bien el alquiler del local que la artesanal elaboración del mismo.
Mercado Östermals Saluhall-Hedvig Eleonora Kyrka
Continuamos nuestro paseo hacia esta iglesia que, como bien saben, no entré porque detesto esa energía inquisitoria que se respira en el ambiente. Mientras mi madre y pp la analizaron exhaustivamente, yo me dediqué a ver como una sueca blasfemaba en frente de la puerta mientras se comía una ensalada a modo protesta.
Hedvig Eleonora Kyrka- Humlegården
Parques y más parques en Estocolmo. Me senté a observar la inmensidad, tomé mi cámara y capté todo lo que en ese instante, me pareció preciso.
Me fascina imaginar a esa niña pensando tan sólo en su muñeca, sin más preocupación.
Humlegården-Karlävagen-Galärparken
Esta isla ya la habíamos pisado el primer día pero, se nos había olvidado visitar este parquecito tan curioso con esta entrada tan...AZUL
Galärparken-Vasa Museo
Caminando por estos lares nos encontramos: El museo Nórdico y finalmente, nuestro destino: El museo Vasa.
Mi madre y yo odiamos los museos. Jamás pisamos uno pero, como esta vez no viajábamos solas sino que teníamos a Pp con nosotras, tuvimos que asentir calladas ante la proposición de visitar este.
Como en toda esta jerga de museos me declaro incompetente me permito la osadía de copiar y pegar la página web de este museo tan atípico: http://www.vasamuseet.se/sv/Sprak/Espanol/
Como curiosidad más allá que la de observar este espectáculo, les recomiendo las albóndigas de reno del restaurante. Veníamos muertas de hambre así que decidimos agarrar al reno por los cuernos. (Chiste sueco pésimo)
Vasa Museo- Fika chez Carmen (amiga de mi madre)
Hasta aquí el tercer día, porque el resto de la tarde la empeñamos con un grupo de médicos en casa de una amiga de mi madre, apasionante ¿eh?
DÍA 4: Día de compras locas en la capital sueca
El recorrido fue el siguiente:
Vasagatan-Klara Kyrka-Klarabersgatan-Kungsgatan
Supongo que a penas interesa que les cuente las tiendas que vimos y lo que malgastamos. Pero sí les quiero dejar una foto de una de las galerías que encontré a mi paso.
Kungsgatan-Museo de Arte moderno
Reitero, detesto los museos. Mi madre y yo disfrutamos de un café mientras Pp se deleitaba con las grandes obras de arte que allí se exponen.
Museo de arte moderno-Östermaltorg
Rematamos nuestra aventura en la capital sueca con un broche exquisito: Una cena en las galerías superhipermegafashion de Östermaltorg
Y...eso no es todo amigos, próxima crónica...en proceso...
Como queríamos mimetizarnos con la cultura escandinava, todos estos días en la capital sueca nos han creado cierta dependencia a la bebida maya por excelencia: el café. Y como la necesidad era tal, nos sentamos en uno de los dulces puestos que están en el interior del mercado. Un capuccino horrible cuyo precio pagaba más bien el alquiler del local que la artesanal elaboración del mismo.
Mercado Östermals Saluhall-Hedvig Eleonora Kyrka
Continuamos nuestro paseo hacia esta iglesia que, como bien saben, no entré porque detesto esa energía inquisitoria que se respira en el ambiente. Mientras mi madre y pp la analizaron exhaustivamente, yo me dediqué a ver como una sueca blasfemaba en frente de la puerta mientras se comía una ensalada a modo protesta.
Hedvig Eleonora Kyrka- Humlegården
Parques y más parques en Estocolmo. Me senté a observar la inmensidad, tomé mi cámara y capté todo lo que en ese instante, me pareció preciso.
Me fascina imaginar a esa niña pensando tan sólo en su muñeca, sin más preocupación.
Esta isla ya la habíamos pisado el primer día pero, se nos había olvidado visitar este parquecito tan curioso con esta entrada tan...AZUL
Caminando por estos lares nos encontramos: El museo Nórdico y finalmente, nuestro destino: El museo Vasa.
Mi madre y yo odiamos los museos. Jamás pisamos uno pero, como esta vez no viajábamos solas sino que teníamos a Pp con nosotras, tuvimos que asentir calladas ante la proposición de visitar este.
Como en toda esta jerga de museos me declaro incompetente me permito la osadía de copiar y pegar la página web de este museo tan atípico: http://www.vasamuseet.se/sv/Sprak/Espanol/
Como curiosidad más allá que la de observar este espectáculo, les recomiendo las albóndigas de reno del restaurante. Veníamos muertas de hambre así que decidimos agarrar al reno por los cuernos. (Chiste sueco pésimo)
Hasta aquí el tercer día, porque el resto de la tarde la empeñamos con un grupo de médicos en casa de una amiga de mi madre, apasionante ¿eh?
DÍA 4: Día de compras locas en la capital sueca
El recorrido fue el siguiente:
Vasagatan-Klara Kyrka-Klarabersgatan-Kungsgatan
Supongo que a penas interesa que les cuente las tiendas que vimos y lo que malgastamos. Pero sí les quiero dejar una foto de una de las galerías que encontré a mi paso.
Kungsgatan-Museo de Arte moderno
Reitero, detesto los museos. Mi madre y yo disfrutamos de un café mientras Pp se deleitaba con las grandes obras de arte que allí se exponen.
Rematamos nuestra aventura en la capital sueca con un broche exquisito: Una cena en las galerías superhipermegafashion de Östermaltorg
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